"El galardón de la Academia es como un cariño verdadero, ni se compra ni se vende."
"La estatuilla del Oscar, tan deseada por todos, pertenece
sólo a los ganadores, por lo tanto, los que tenían el mérito cinematográfico de
recibirla.
Los ganadores firman un acuerdo con la Academia y si van a dejar el
premio en la organización, pueden venderlo por diez dólares, el máximo valor
dado por el premio. Antes de esta "ley", cantantes como Michael
Jackson, compraron estatuillas de películas aclamadas por más de un millón y
medio de dólares.
El sitio del periódico “El País” explica que en los casos de pérdida
y robo o muerte, la Academia lo tiene claro: “si el ganador así lo pide, no hay
ningún problema con reemplazar una estatuílla, pero si el que tuvo el mérito de
ganarla ha fallecido... ¡no hay forma!”. De esa manera, el Oscar preserva la
estima y el afecto dado a los ganadores."
Fuente: El País (http://cultura.elpais.com/cultura/2016/02/26/actualidad/1456456354_433649.html)
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